Sigue Rectoría en manos de jubilados

Que deben esperar cinco años para recibir ganancias de proyectos

Se cumplirán 48 horas de que fue tomada la Rectoría de la Unacar y las negociaciones siguen empantanadas. Ningún jubilado se retirará hasta que haya un planteamiento serio de la rectora Sandra Laffon Leal, que al parecer se refugia en un edificio alterno, informaron pensionados que pidieron no ser identificados mientras hacen guardias escalonadas para evitar el ingreso de los trabajadores universitarios.

Desde las 17:00 horas del martes están tomadas las instalaciones, “aunque a los directivos de la Unacar no les importa la situación económica que padecemos muchos de nosotros”, abundaron.
Algunos funcionarios de la Unacar expusieron que tienen muchos proyectos en puerta, como abrir gasolinerías, pero que debemos esperar cinco años más para empezar a recibir las ganancias.
El pasado martes, integrantes del Consejo Universitario buscaron persuadir a un grupo de jubilados, para que no acudieran a manifestarse en las afueras del Centro de Convenciones, a donde realizó su programa Layda Sansores.
“Todos los del Consejo son una bola de buenos para nada. Estamos en el peor momento de la Universidad, porque muchos no sirven para la investigación, menos para resolver un problema de esta magnitud”, añadieron los jubilados.
No vamos a ceder hasta que lleguemos a una solución, ya lo hemos pedido anteriormente.
“Los directivos dicen tener todo para erradicar nuestras inconformidades y sin fijarse en nuestra edad señalan que debemos esperar unos años más, para que lleguen las ganancias de los proyectos en puerta”.
No vamos a ceder hasta que nos den razones y respuestas confiables que nos satisfagan, porque al parecer el próximo pago va a caer entre 15 y 20 días. Antes habrá una reunión de una comisión con los secretarios de Gobierno y de Educación.
“El Gobierno del Estado es el responsable de mandar una auditoría con la Universidad, porque en el autoevaluación que hizo la rectora, en ningún momento habla de denuncias contra quienes saquearon la institución”.
Son más de siete mil millones de pesos los que tiene perdidos la Unacar, por las multas y laudos en contra. Eso nos pone contra la pared, ya que dejamos de ser una prioridad.
“Con el cierre de Rectoría se deja de recibir dinero que proviene de instituciones privadas incorporadas a la Unacar, porque sólo están recibiendo efectivo. De hacerlo en las cuentas tradicionales, se les confisca”.
De la deuda total que tiene la Unacar con los jubilados, los manifestantes argumentaron que no tienen una cifra exacta. “El pago varía en cada exempleado, pero a solo a un excatedrático le adeudan 200 mil pesos”, puntualizaron.