Ernesto Castillo Rosado
Ya comenzaron oficialmente las precampañas, y con ellas, el bombardeo de spots en radio y televisión.
Según datos del analista Luciano Pascoe, —de quien tomamos el término para el título de este artículo—, estamos hablando de un poco más de 52 millones de spots que equivalen a 18 mil días de duración. Para poder verlos todos, una persona tendría que pasar 49 años y medio ininterrumpidos viéndolos.
Estamos hablando también, de millones de pesos provenientes de nuestros impuestos tirados a la basura. Dinero tirado a la basura porque, para empezar, la gente prefiere cambiar de canal o de estación para no tener que escucharlos uno tras otro, y en el caso que sí lo hagan, no recuerdan su contenido, por lo que pasan completamente desapercibidos al final del día.
Será dinero tirado a la basura, a menos de que salga otro spot como el de Yuawi en el 2018, gracias al cual los mocistas todavía siguen cosechando votos al día de hoy por esa canción tan pegajosa.
Pero como ya están convenidos y pautados los tiempos oficiales para estos, hay que aprovecharlos realmente. A los ciudadanos, poco les interesa oír a los partidos políticos presumir sus logros en 30 segundos.
Las reglas del juego han cambiado y, no obstante, seguimos apostándole a lo tradicional. Contra la irracionalidad de los votantes de Morena, lo convencional servirá de poco. Este incomprensible comportamiento,aunadoal papel decisivo que ya juegan las redes sociales, ha venido a cambiar todo.
De muy poco servirá un spot del PRI hablando de la creación del IMSS, si la gente sigue creyendo que vamos a tener el sistema de salud como el de Dinamarca solamente porque el Presidente lo acaba de volver a decir hace unos días. ¡Contra eso no se puede hacer nada!
De muy poco servirá un spot del PAN hablando de los logros en Aguascalientes, Querétaro o Yucatán, si Mariana sube un video arreglándose y poniéndose sus tenis fosfo-fosfo. ¡Contra eso tampoco se puede hacer nada!
Por eso, se tiene que aprovechar cada segundo de los spots. Deben ser spots didácticos. Se le tiene que decir a la gente, una y mil veces, en primer lugar, que el voto es libre y secreto, que no hay forma, materialmente, de que el Gobierno pueda saber por quién vota cada persona.
Lamentablemente, hoy por hoy, mucha gente sigue teniendo miedo de votar en contra del partido en el Gobierno porque piensan que alguien lo podría saber, y así sufrir algún tipo de represalia.
En segundo lugar, hay que decirle a la gente, una y mil veces, que los programas federales que reciben del Gobierno no están condicionados por su voto.
Decirles que, si ya son beneficiarios de algún programa, no se los pueden quitar por ley. Que no les pueden quitar su pensión por votar por el PRI, o que no les pueden quitar su beca por votar por el PAN; decirles textualmente, que “aunque no votes por Morena, de igual forma seguirás recibiendo tu beca”.
Y finalmente, decirle a la gente que salga a votar. El principal aliado de Morena es el abstencionismo. Se tiene que superar el 65% de participación ciudadana para que Xóchitl pueda ganar. De lo contrario será muy difícil.
Partidos políticos, no desperdicien el recurso oficial, pero sobre todo y lo más importante,aprovechen el tiempo de los votantes, no tiren los dos a la basura.
@ECR1978
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Que vieja tan terca