Los abusos laborales, los oídos sordos a las peticiones de ayuda ante carencias en patrullas y gasolina para reforzar la vigilancia, y la falta de equipamiento, originaron la protesta y huelga de más de 400 policías estatales en las instalaciones de la Secretaría de Protección y Seguridad Ciudadana (SPSC), para exigir las renuncias de la jefa Marcela Muñoz Martínez, del subsecretario de Operación, Josafat García; del director operativo estatal, Antonio Saradán Solís, y de mandos medios chilangos.
La manifestación ocurrió a menos de 24 horas del operativo fallido en el Centro Penitenciario de San Francisco Kobén, que dejó a cerca de 30 servidores públicos lesionados, incluyendo de Mujer Valiente.
Hartos de no recibir trato digno, alrededor de las 8:30 de la mañana los inconformes se aglutinaron frente a la sede policiaca.
Tras recalcar ante mandos medios que con ellos no solucionaban nada, y que no se retirarían hasta recibir respuesta de sus superiores, dieron aviso a Marcela Muñoz, quien luego tuvo que dar la cara.
Tan pronto la tuvieron, los inconformes la desmintieron al gritarle que no han recibido equipamiento, armas, uniformes y patrullas, que las condiciones de las instalaciones no son dignas, y que los mandos no tiene experiencia.
Y surgieron los gritos de ¡fuera, fuera!, ante lo cual Muñoz Martínez y el secretario de Gobierno, Armando Toledo Jamit, se comprometieron a traerles respuesta a las 6 de la tarde.
Entre tanto, los policías se mantuvieron a trincherados y cerraron la reja de las instalaciones de la SPSC, de donde bajaron la lona “De la Mejor Policía”.
Trascendió que llegaría personal de la Guardia Nacional (GN), Ejército Mexicano y de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) con equipo antimotín.
Personal de la AEI empezó a realizar acciones de vigilancia en sustitución de la PE, en tanto a las instalaciones policiacas llegó un vehículo de transporte de personal, conocido como “Tango”.
Simplemente que se vaya la huera oxigenada y se acaba la huelga