Tribuna Campeche

Diario Independiente

Diputados de doble cara

La aprobación de la “reforma judicial estatal” para que los jueces y magistrados sean electos por la ciudadanía, se va convertir en un verdadero desgarriate…

Antes de que concluyera su periodo legislativo, nuestros representantes populares se apresuraron para aprobar un bodrio similar a la reforma judicial, para que en nuestra tierra, al igual que ocurrirá en todo el país, los ciudadanos elijan a sus jueces y magistrados, en un acto más de servilismo rastrero de quienes pregonan no mentir no robar ni traicionar.

—“Lo que debieron hacer es aprobar la Ley de Revocación de Mandato para que todos los ciudadanos podamos participar en un referéndum para exigir que se vaya la Tía Rata. Sus resultados son nefastos, su ambición es desmedida, y la decepción que le ha causado al pueblo es gigantesca. La revocación de mandato era nuestra arma para mandarla de regreso por donde vino” expresó indignado don Memín, mientras arreglaba su caja para lustrar zapatos.

—“No habíamos visto una Legislatura tan servil arrastrada e hipócrita como la que acaba de concluir. Lo peor de todo es que muchos de los diputados van a repetir, y hasta el pastor legislativo, “El Zorrillo” Jiménez es el mismo, quien se ha ganado por méritos el epíteto del peor coordinador parlamentario que haya existido”, comentó a su vez don Julián.

—“Eso de la elección de los jueces y magistrados estatales va ser un verdadero desgarriate. Si a nivel nacional no se ha explicado con claridad cómo va ser el procedimiento, en el Estado las cosas están peor, porque se desconocen los requisitos que deberán cumplir los que quieran inscribirse, si habrá un límite en cuanto a participantes, y quién va vigilar que no se entrometan los partidos, o la propia gobernante, para que se elija a sus incondicionales” complementó por su lado el poeta Casimiro.

—“Lo único que queda claro de todo este embrollo, añadió don Julián, es que es la misma gata nada más que revolcada. Solo van a llegar los que sean palomeados por la anciana de Palacio, y como ya eliminaron el requisito de que los magistrados tengan residencia en nuestra entidad, ahora hasta gente de otras entidades, que nunca ha vivido aquí y que desconoce nuestra idiosincrasia, podrá ocupar esos cargos, siempre que le juren lealtad absoluta al gobernante en turno”.

—“Es un severo retroceso —aseguró el poeta Casimiro—, una simulación de democracia, una farsa que una vez más va traer más perjuicios para el pueblo, que algún beneficio o progreso”, concluyó.

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