Una visita protocolaria será la que tendrá mañana la presidenta Claudia Sheinbaum en Escárcega. No se esperan anuncios rimbombantes, pero sí más discursos zalameros de la gobernadora…
No se esperan grandes anuncios durante la primera visita de Claudia Sheinbaum Pardo a Campeche en su calidad de presidenta de la República. Hasta ahora, y de acuerdo con lo que se ha difundido oficialmente, no hay ningún proyecto extraordinario y el tema de la modernización de la carretera de Escárcega a Macuspana quedó corta pues debe ser hasta Champotón, y también debería contemplar el trazo de Escárcega a Chetumal.
El día de su toma de protesta, la presidenta Sheinbaum mencionó también la instalación de una planta pasteurizadora, un plan agrícola para incrementar la producción de arroz, la ampliación del puerto de Seybaplaya y “un proyecto estratégico para garantizar el reciclamiento y el acceso humano al agua”, lo que sea que eso signifique.
Se estima que la señora Sheinbaum Pardo estará en Escárcega para evaluar el programa IMSS-Bienestar y referirse sin duda, a la modernización del citado tramo carretero y al incremento en la producción de arroz. Fuera de eso, no se esperan compromisos rimbombantes.
El secretario de Gobierno, Armando Constantino Toledo Jamit, ha dicho que le pedirán la ampliación de la carretera Tankuché-Isla Arena, y de la infraestructura portuaria, lo que revela a la perfección la miseria que hay en la cartera de proyectos prioritarios para Campeche en la Administración Sansorista, porque no tienen idea de lo que se necesita para que nuestro Estado avance en su desarrollo.
Que la presidenta Sheinbaum no haya programado un evento en la ciudad capital tiene su lectura política. Sabe que se expondría al abucheo de la sociedad que le ha dicho en las urnas a su gobernadora Layda Elena, que está harta de sus payasadas; habría presencia de los 200 policías despedidos, quienes junto con sus familias, le podrían recordar que no les hizo caso ante las injusticias que sufrieron, y que prefirió convalidar la ineptitud, ineficiencia, negligencia y corrupción de Marcela Muñoz, sólo porque es protegida de la caprichosa y farsante gobernadora.
Es importante anotar también que esta visita no es una deferencia especial para la senecta Sansores. Es parte del plan de trabajo de la Presidenta, que contempla visitar con frecuencia los Estados para evaluar los avances o retrasos de los programas federales.
No se descarta, sin embargo, que retorne el discurso servil, arrastrado y zalamero de la gobernadora, para tratar de ganarse el afecto presidencial que le permita terminar los tres años que le faltan, sin sobresaltos de que van a proceder contra alguno de sus protegidos. Sepa sin embargo, la señora presidenta, que el pueblo campechano no quiere a su gobernadora, ni a sus foráneos, ni a sus pactos perversos con la delincuencia organizada.
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