Tribuna Campeche

Diario Independiente

Ingobernabilidad

El nefasto Gobierno de la senecta Sansores carece de capacidad para prevenir el estallido de conflictos, atender con antelación las quejas de los inconformes, y evitar afectaciones a miles de inocentes…

Decenas de volqueteros bloquearon durante 72 horas el pasado fin de semana, el transitado tramo carretero Escárcega-Chetumal, en protesta porque los encargados de las obras del Tren Maya les adeudaban el pago por el acarreo de material pétreo durante varias semanas. 

En ese lapso, —tres días—, miles de transportistas, turistas y gente que circulaba en esa zona, estuvieron varados sin encontrar alguna salida, ‘gracias’ a que el pésimo Gobierno de la nefasta Layda Sansores carece de operadores políticos capaces de destrabar ese tipo de conflictos.

Desde el pasado miércoles, cientos de pobladores de la Península de Atasta, en el Municipio del Carmen, bloquearon la carretera a Villahermosa (180), en protesta por el pésimo estado de esa vía, por la gran cantidad de accidentes que eso ha ocasionado, y como repudio por la reciente muerte de dos maestras en otro accidente por el mal estado de los caminos.

Los atastecos fueron directos: no dialogarían con nadie del Gobierno del Estado. Porque no resuelven nada y porque lo que quieren no es platicar, sino ver que ya iniciaron los trabajos de rehabilitación integral de ese tramo.

Una prueba más de la inutilidad del nefasto Gobierno de la senecta Sansores San Román, para prevenir el estallido de conflictos, atender con antelación las quejas de los inconformes, y evitar las afectaciones que miles de personas sufren, cuando una carretera se cierra a la circulación.

No nos queda la menor duda de que el pensamiento coincidente de esas miles de personas que se han quedado varadas en las carreteras federales Escárcega-Chetumal y Atasta-Villahermosa, es que Campeche tiene un pésimo Gobierno, lo que ha derivado en una ingobernabilidad que va seguir causando estragos.

Si la definición elemental de “gobernable” es mantener un “estado de equilibrio en el ejercicio del poder político derivado de la solución de demandas sociales y la capacidad de los gobiernos de atender éstas de forma eficaz, estable y legítima”, la ausencia de esa capacidad nos remite indefectiblemente a la categoría de ingobernabilidad.

Eso se está viviendo en Campeche desde hace tres años. Ni Aníbal Ostoa en su calidad de secretario de Gobierno, ni Armando Toledo, como su sustituto, han logrado encontrar cuadratura al círculo, y evitar que los problemas se salgan de control, y terminen afectando a extraños.

Y hay quienes atribuyen este problema a que ni Ostoa ni Toledo han tenido realmente el control del Estado. No tienen operadores políticos, ni se los dejan tener. Creen que Seso Loco es capaz de resolver todos los problemas y atender otras gestiones y por eso estamos como estamos. Cada vez peor.

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