Tribuna Campeche

Diario Independiente

DIARIO DE LA TÍA RATA | 24 DE DICIEMBRE DE 2024

“Nunca hay que perder la fe de que las cosas van a mejorar. Quienes llegaron al poder con la promesa de que serían “la esperanza de México” nos han fallado, pero no extirparon ese anhelo de que las cosas pueden mejorar…”.

BUENOS DESEOS

Por motivos de la Navidad, los amigos que se reúnen en el Parque Principal para analizar los temas del día, decidieron realizar el tradicional brindis navideño en la casa de don Julián, gurú del grupo, donde cada uno de los contertulios expresó sus parabienes.

—“Mientras haya vida, salud y pan en la mesa, habrá razones para estar agradecidos, expresó el viejo charlista. Aunque nuestro entorno esté contaminado, dañado y en turbiedad permanente por culpa de la Tía Rata, debemos mantener el optimismo y la esperanza de tiempos mejores”, señaló, al tiempo que alzaba la  copa con la sidra con que tradicionalmente se hacen los brindis.

—“Es un verdadero privilegio poder estar juntos y compartir estos momentos de alegría —declamó el poeta Casimiro—, hay muchísimas familias del reino de la Culebra y la Garrapata que no podrán hacer lo mismo por la sencilla razón de que tenemos la economía más pobre y jodida del país, por culpa de gobernantes que han traicionado la confianza del pueblo y se dedicaron a saquear el presupuesto y a cancelar los programas sociales en beneficio de los sectores más desprotegidos”.

—“Va mi brindis —añadió doña Chela— por las 180 familias de igual número de policías despedidos injustamente, a quienes la farsante Ruca Gacha no les respetó ni su presunción de inocencia ni les dio una segunda oportunidad para reintegrarse a sus trabajos. Brindo también por las 150 familias de jubilados y pensionados de la Universidad de la Isla de Tris, a quienes la anciana maléfica ha ignorado y menospreciado, porque no les pudo resolver su problema”.

Don Memín, quien esta vez no cargaba su caja de implementos para asear calzados en el Parque Principal, también se sumó a los brindis. ”Yo lo hago por los campesinos y pescadores que no han sido atendidos por este nefasto Gobierno de la anciana rata. Brindo por los obreros que apenas pueden adquirir lo indispensable con su salario mínimo, por quienes estamos en la economía informal y no percibimos aguinaldos ni prestaciones, por los ancianos, por los niños de la calle, por las viudas que viven sin esperanza. Por todos los sectores vulnerables que han sido ignorados y desatendidos, y aún esperan que algún día llegue un Gobierno que verdaderamente les haga justicia”.

Los amigos de don Julián gritaron a coro “¡salud!” y se sumaron a los buenos deseos que cada uno había expresado. “Nunca hay que perder la fe de que las cosas van a mejorar —rubricó el senecto. Quienes llegaron al poder con la promesa de que serían “la esperanza de México” nos han fallado rotundamente, pero no extirparon de nuestros corazones ese anhelo de que las cosas pueden mejorar. Como humanos pueden errar, sin duda alguna, pero seríamos muy tontos sin volvemos a creer en sus falsas promesas”, concluyó.

¡Comparte esta nota!