DIARIO DE LA TÍA RATA | 28 DE DICIEMBRE DE 2024

Que cada 28 de diciembre que se conmemora el Día de los Santos Inocentes, también se ponga la bandera a media asta en señal de luto, para recordar el día que nos vieron la cara de pandejos a los ciudadanos por la farsante Tía Rata…

INOCENTES PALOMITAS…

Entre broma y verdad, el poeta Casimiro llegó a la reunión vespertina con sus amigos del Parque Principal, con una propuesta que planteó con solemne seriedad: 

—“Estoy empezando a recabar firmas para enviar un escrito al (des) Honorable Congreso del Estado, para decretar que en el reino de la Culebra y la Garrapata, cada 28 de diciembre que se conmemora el Día de los Santos Inocentes, también se ponga la bandera a media asta, en señal de luto, para recordar el día que nos vieron la cara de pandejos a los ciudadanos por la farsante Tía Rata”.

—“Estás medio zafado de la cabeza o es que diste prestado a alguien tu cerebro y no te lo han devuelto porque te vieron la cara de inocente, respondió alterado con Memín, parece que se te olvida que los serviles diputaditos nunca van a aprobar nada que pueda lastimar a su patrona la Ruca Gacha”.

—“A mí me parece una  propuesta viable —bromeó divertido don Julián— y no dudo que miles de personas vayan a respaldarla, sobre todo para que esa efeméride nos mantenga siempre alertas de que no debemos volver a permitir que nos vean la cara de inocentes palomitas, que creímos en las promesas de esa bola de políticos farsantes”.

Doña Chela, que se había mantenido escéptica ante la inusual propuesta del poeta, reaccionó indignada: ”no deberías limitarte a que sea una conmemoración estatal, porque nos han visto la cara de inocentes a todos y eso ya data de varias décadas. Hemos visto salir de los gobiernos a personajes con cuentas multimillonarias en dólares en el extranjero, mientras que el pueblo sigue en la pobreza extrema. O sea este mal no es exclusivo de los habitantes de este reino, sino de toda la nación”.

—“Tienes toda la razón del mundo, concedió el poeta, y lo peor de todo es que son los mismos los que nos han venido engañando desde hace tiempo. Solamente que antes se decían tricolores, o azules, o verdes o amarillos, pero se pintaron de guinda y con eso suponen que parten de cero, cuando que la realidad nos demuestra que lo pillo nunca se les va quitar, si fuiste pillo como tricolor, lo serás también como guinda, y los ejemplos sobran, sino, basta ilustrarnos con el ejemplo de Pañalitos de Seda”, acotó.

Don Memín respaldó totalmente las palabras del vate santanero, y diligente, le pidió prestada su pluma de una reconocida y prestigiosa marca, para que pudiera firmar la propuesta que sería enviada al Congreso. Casimiro cayó en el garlito y presuroso le dio prestado su caro bolígrafo, a lo que el popular bolero del parque principal le cantó divertido: “Inocente palomita que te dejaste engañar, sabiendo que en este día nada se puede prestar” lo que generó sonoras carcajadas de sus contertulios.