Nuevo manual escalafonario

El fallido Gobierno de la Tía Rata premia a los más serviles y a los lambiscones, pero deja fuera a quienes realmente tienen capacidad y preparación probada. Por eso es que no hay resultados…

La transformación de cuarta que impulsa de manera exitosa la Tía Rata en el reino de la Culebra y la Garrapata, propondrá una reforma constitucional a sus lacayos diputados para modificar las bases del Servicio Profesional de Carrera, y proponer que en lugar de la eficiencia, la capacidad, la profesionalización, la experiencia, la honestidad y el respeto a las leyes, se exija como requisito para escalar posiciones en los diversos niveles de Gobierno, el servilismo, la lambisconería, el rastrerismo y la obediencia ciega a los dictados de la jefa.

—“Eso de que la Tía Rata impulsa de manera exitosa una transformación de cuarta no te lo creo ni aunque me traigas los sobres de “dulces” que reparte el Tarado sin Cerebro —respondió de inmediato don Memín, al sorprenderse por el anuncio del poeta Casimiro— como broma y chascarrillo se oye interesante, pero para ser verdad sería degradante, caótico y ridículo”, comentó.

—“Lo que estamos viviendo actualmente, opinó por su parte doña Chela, es una deformación no de cuarta sino de quinta, de lo más bajo, pues. Se han perdido los valores esenciales del servidor público que es la eficiencia y la honestidad. En mis tiempos como trabajadora teníamos que ajustarnos a unas normas muy estrictas y fue precisamente en esos años cuando exigimos la implementación del Servicio Profesional de Carrera, para que quienes asumieran cargos directivos tuvieran la adecuada capacitación y la experiencia. Lamentablemente, la política todo lo corrompe”, aseveró.

—“Entiendo tu sarcasmo, le reviró don Julián al poeta, y supongo que lo mencionas en alusión a la promoción que le hicieron a la diputada vándala y al stripper demagogo que ahora será secretario del Bienestar. Dos blancas palomitas que han sido también los más lambiscones de la Ruca Gacha. Pero déjame decirte que esos requisitos como el servilismo y la lambisconería no son nuevos, al contrario, son tan viejos como el cacicazgo que hoy representa la senecta mandataria. En la corriente política de su papá sólo progresaban los lacayos y sumisos, pues la inteligencia es enemiga de la manipulación y ellos aborrecen a quienes tienen criterio propio”.

—“Sea Chana o sea Juana, se defendió el poeta, lamentablemente eso es lo que se está aplicando en el actual Gobierno. Premian a los más serviles y a los lambiscones, pero dejan fuera a quienes realmente tienen capacidad y preparación probada. Por eso es que no hay resultados, ya que los funcionarios no le dan resultados al pueblo, sino a su jefa, la loquita argüendera de Palacio. Saben que sólo así conservarán sus cargos quienes ya los tienen, o crecerán en el escalafón los que están abajo. Lamentable y condenable, sin duda alguna, pero es lo que hay y eso es lo que están haciendo”, señaló.