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Pozos y Sales la acosan

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La maestra Natalia de Jesús Loeza Arana acusó de persecución política al fiscal del Estado y al secretario de Educación (Sedu), Renato Sales Heredia y Raúl Aarón Pozos Lanz, ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos, y los responsabilizó de lo que les ocurra a ella y su familia.

“La denuncia contra Pozos y Sales es por secuestro, arresto y maltrato físico y psicológico, por el que terminó en la cárcel de Kobén por exigir sus derechos de un laudo que ganó y no quieren pagarle”. Utilizan el poder y la corrupción, con la complicidad de la jurídica de la Seduc, Zazil Sonda Ramírez, acusó.

El laudo que ganó hace 10 años ordena su restitución al cargo y pago de salarios caídos. Loeza Arana fue detenida el 29 de diciembre de 2021 cuando salía de su casa en Calkiní, ante proceso judicial por supuesto abuso de confianza.

Y todo, expresó, porque unos días antes le exigí a Pozos que tramitara mi laudo, que gane al 100 por ciento. “No se puede pedir respuestas a quienes muchas veces bajo el amparo del poder lastimaron la vida de familias completas, expresó. La esperanza de un cambio es muy difícil, cuando son los mismos personas que sólo cambiaron de piel, de tricolor a guinda”, refirió ayer a las afueras de la CEDH.

Loeza Arana señaló la incongruencia de quienes ocupan hoy cargos en el gabinete estatal. No sé si a los verdaderos maestros se les olvidó que Pozos como senador votó por las reformas educativa y energética, que hoy tiene en la cárcel a otro senador.

Llevo varios años de lucha incansable, y todo porque una mujer se entercó con sus odios a castigarme. Zazil Sonda Ramírez, que desde el sexenio de Fernando Ortega, otro represor del magisterio, ratificó y sostiene Pozos Lanz, por pertenecer al mismo grupo político.

Tras señalar que quien traiciona una vez traiciona dos, pidió a Layda Sansores audiencia para presentar su caso, y afirmó que lo mismo solicita al presidente Andrés Manuel López Obrador. Cometieron contra mí una gran injusticia. Soy madre de familia, tengo dos hijos y dos días estuve perdida e hicieron de mí muchas cosas, afirmó.

 

LAS VEJACIONES

Tras detenerla, el personal ministerial la incomunicó por completo, no le permitió hacer la llamada a la que tenía derecho y mucho menos hablar con sus abogados.

Antes de llevarla al penal de San Francisco Kobén la trasladaron a la Fiscalía de Calkiní, y luego al de la ciudad capital, por órdenes de Renato Sales Heredia. La desnudaron en varias ocasiones, y sin ropa la arrojaron a una celda de la cárcel, donde durmió en el suelo.

“Fue acoso terrible. Me despertaban las guardias para que les firmara papeles. Me despertaban, porque me iban a mandar a alguien para que yo no estuviera sola, amenazándome, amedrentándome y asustándome. Fue horrible”, finalizó.

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