MÉRIDA, Yucatán.— Manuel B., de 78 años, acusado de feminicidio, se quitó la vida en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de Mérida.
El adulto mayor había sido recluido hace siete meses al ser encontrado culpable de asesinar a puñaladas a su esposa Z.M.M., de 73 años, durante discusión en el Municipio de Baca, en un episodio relacionado con su esquizofrenia.
Se supo que durante la revisión de rutina, el personal de vigilancia descubrió que el hombre se encontraba colgado, así que informaron al Ministerio Público, cuyos elementos llegaron para las investigaciones.
El cuerpo fue levantado por el personal del Servicio Médico Forense (Semefo) de la Fiscalía General del Estado (FGE), que llevó a cabo los procedimientos necesarios.
El trágico incidente pone de manifiesto la importancia de brindar atención adecuada a las personas recluidas en los centros penitenciarios, especialmente a aquellos que enfrentan problemas de salud mental.
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