Tribuna Campeche

Diario Independiente

Sendero de corrupción

Una de las más grandes muestras de cinismo y corrupción que ha demostrado públicamente la Loca de Palacio,  es objeto de reclamo de vecinos de las colonias Minas, El Mirador y Diana Laura.

Pues mientras que ellos sufren el acoso de rateros y narcomenudistas, y cada vez que llaman a la Policía los mandan rotundamente al carajo, en la calle “Sendero Seguro” hay por lo menos dos vehículos de la Secretaría de Protección y Seguridad Ciudadana con elementos armados, estacionados de manera permanente.

“Hemos ido a pedirles que bajen a las colonias a patrullar porque hay mucho maleante acosando a las jovencitas o asaltando a los transeúntes, pero se niegan a acudir. Nos responden que la comisión que les ordenaron es vigilar esa calle”, señalan pobladores de las  áreas citadas.

¿Qué hacen dos camionetotas de la policía vigilando una calle ampliamente iluminada con cámaras de vigilancia, camellones y señalética impecable que cruza por una gran extensión de predios baldíos?, se preguntan y los cuestionamientos con ellos.

La respuesta, nos dicen, es muy obvia y muy simple. Esos predios, propiedad de la familia Sansores —concretamente del papá del Seso Loco— están siendo fraccionados para ponerlos a la venta, sea a particulares,  o a constructoras, para que desarrollen ahí proyectos inmobiliarios en lo que sería un negociazo muy pero muy sustancioso. 

Lo que los elementos policiacos hacen, es evitar que ingresen invasores, paracaidistas y especuladores, para aprovecharse de lo que sea tal vez la única obra pública de este Gobierno de Locos.

No olvidemos que se invirtieron 12 millones 600 mil pesos para los trabajos de nivelación construcción, pavimentación e iluminación de esa calle, que oficialmente “beneficia” a 20 mil personas de seis colonias populares. Aunque lo cotidiano es que en realidad la calle se encuentra casi siempre sin nadie en sus alrededores.

Un negocito más para el “clan”, la “tribu”, la pandilla o la banda de los Sansores que, con todo el descaro del mundo, se han apoderado del presupuesto público para su beneficio particular.

¡Comparte esta nota!