Tribuna Campeche

Diario Independiente

Heroicos patriotas

—“Qué bonito se siente escuchar cuando cientos de voces entonan con gallardía y valor nuestro himno vernáculo” comentó emocionado don Julián luego de contemplar desde su aparato telefónico el mensaje que los líderes de los soldados amotinados, le enviaron en respuesta al Tatich Presidencial, tras su desatinado y desafortunado mensaje.

Junto al senecto exsirviente de la mansión blanca del Sátrapa Negro, otros nativos se habían puesto de pie y sumaron sus voces para entonar a la distancia, pero en solidaridad con el movimiento, ese glorioso himno que nos da identidad, que nos hermana, que nos unifica aún más en torno a objetivos comunes.

—“Aquí todos nos conocemos, todos sabemos de qué familia somos, o fuimos juntos a la escuela, o sabemos de qué pueblos rurales provenimos, todos nos hemos dado la mano algún día y todos nos hemos ayudado en algo, aquí no hay odios, no hay rencores, no hay envidias” terció doña Chela, quien cada tarde se sumaba a la tertulia sobre los temas más importantes de la comunidad.

—“Toda esta hermandad, esta solidaridad, la vinieron a intentar destruir esa bola de piratas foráneos, que, como en el tiempo de la colonia, solo arribaron a estas pacíficas tierras en busca del tesoro, del botín, de todo lo que pudieran saquearnos, pero ahora sí se han encontrado con sus nuevos moch cohuós, que los vamos a sacar a patadas y a enviarlos de regreso a esos sitios de donde nunca debieron emigrar” señaló con autoridad don Julián, al exteriorizar una vez más su admiración por la valentía de los policías que no han escondido la mano para lanzar la piedra sino que están dando la cara en medio de la batalla, como verdaderos guerreros.

Todos los asistentes a la charla en el Parque Principal, asintieron con la cabeza, y respaldaron cada palabra del mensaje que los líderes del movimiento le dirigieron al Tatich Presidencial.

—“Que no se engañe, ni se deje engañar, acá no hay mano negra ni politiqueros baratos, acá hay hartazgo contra los malos gobernantes, y hay harto valor para expresarlo. Ya basta de que nos quieran ver la cara de timoratos y agachados, esos tiempos se acabaron, cucaron al tigre y despertó no un jaguar, sino miles de jaguares valientes que no van a ceder si no se va la comandanta foránea que le entregó la plaza a la mafia de delincuentes, y que ha propiciado que la incidencia delictiva crezca”. 

Los aplausos rubricaron las palabras del senecto gurú y el grito unánime volvió a escucharse en los alrededores del romántico parque principal: “Fuera la pelos de sosquil”; “Fuera la gobernante soberbia, autoritaria y mentirosa”; “Fuera los foráneos…”

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