Tribuna Campeche

Diario Independiente

Coletazos de dinosauria

La desesperación de la Tirana de Palacio ha llegado a grados preocupantes. En su tierra nadie le cree, y ha tenido que recurrir a medios chayoteros del altiplano para tratar de que alguien se trague sus mentiras.

Pero ni los chayoteros le creen. Todos saben que está acorralada, que la razón que le asiste a los policías inconformes, no ha podido ser rebatida ni desvirtuada por las infamias y calumnias de la hija del Sátrapa Negro.

Y qué curioso, que gracias a esa terquedad y soberbia de la mandataria, los habitantes de estas expacíficas tierras, hayan salido de las sombras del silencio y ahora se manifiesten públicamente con sus valientes comentarios en las redes sociales, donde todos los días tunden de manera inmisericorde a la peor gobernanta que ha tenido esta entidad.

Ni qué decir de las manifestaciones públicas y pacíficas. Nunca se había visto a tanta gente en las calles marchando por una misma causa. Miles y miles vestidos de blanco, con el grito unísono de que se vayan los foráneos, que se largue la jefa de la Policía y que se marche también la gobernanta.

El clamor popular es unánime: Fuera la gobernadora. Y con ella su partido. Los ciudadanos saben que tienen en su credencial de elector el arma letal para acabar con esa gavilla de rufianes foráneos que llegaron junto con la hija del Sátrapa a saquear el presupuesto estatal. Y saben cómo utilizarla a pesar de los intentos de los mapaches guindas para sobornarlos.

El lenguaje corporal de la mandataria en su programa de los martes y en las entrevistas que ha concedido a páginas chayoteras del altiplano, proyectan inseguridad, miedo y desesperación. Tartamudea en repetidas ocasiones para transmitir sus mentiras y utiliza argumentos no creíbles, nulamente fundamentados, para defender a su funcionaria consentida. La más inepta, y la más corrupta.

Dicen que los últimos coletazos de la dinosauria son los más peligrosos, y por eso será prudente que tanto los policías sublevados, como los líderes de las agrupaciones que los respaldan, y los ciudadanos que salen a las calles a marchar, tomen más previsiones. La desesperación ha llevado a mucha gente a cometer barbaridades y el peligro se acrecienta cuando sabemos que la mandataria está mal de sus facultades mentales desde hace mucho tiempo. Así que hay que andar con más cuidado.

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