Tribuna Campeche

Diario Independiente

¿Arrodillará su soberbia?

De acuerdo con el resolutivo emitido por el magistrado del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Luis Spíndola Morales, la Llorona de Palacio ya tiene otro motivo para derramar más lágrimas, pues el expediente SER-PSC-139/2023, concluyó que tendrá que pedirle perdón públicamente a su acérrimo pero amado antecesor, Rafael Alejandro Moreno Cárdenas.

Además, deberá omitir referirse públicamente al también dirigente nacional del PRI, y no sólo eso, su comadre Felación Herrera tiene que ser destituido como servidor público. En caso de que se niegue a acatar tales resolutivos, el afectado está en todo su derecho de acudir a la Fiscalía General de Justicia del Estado, para exigir las sanciones legales por desacato, que podrían llegar hasta su inhabilitación.

Es otra muestra de que la mandataria incurre en aquello que tanto critica. Recuérdese que todos los martes, en su ridículo y patético show, no se cansa de acusar a sus adversarios políticos y medios de información, de difamarla y de lanzar acusaciones calumniosas contra ella y su Gobierno. 

Sin embargo, en Campeche todos sabemos que es ella la que utiliza su espacio denominado “Martes de Jaguar” para lanzar todo tipo de adjetivos calificativos contra sus adversarios y periodistas críticos, y en su tergiversada mentecita revolotea siempre la idea de que los problemas de nuestro Estado —especialmente el tema de la seguridad— son provocados por las mentes perversas de sus contrapartes.

Pues ya le pusieron un alto. El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ya demostró que quien miente, calumnia y difama es ella. La que desvía recursos públicos para tareas partidistas es ella. La que incurre en graves irregularidades es ella.

Qué bueno que en nuestro país aún existen instituciones independientes y autónomas, en las cuales podemos confiar. Qué bueno que el Poder Judicial de la Federación no ha sucumbido a los acosos del Tirano. Sólo así podremos vivir realmente en un Estado de Derecho, en donde los gobernantes abusivos tendrán que responder ante la ley tarde o temprano.

Es cierto, la inquilina principal del Palacio de Gobierno no va a arrodillarse ni ante Alito ni ante los magistrados federales. Antes bien, arreciará su campaña de adjetivos denostativos contra ellos. Pero son patadas de ahogado. Coletazos de una dinosauria a la que ya le encontraron su talón de Aquiles.

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