Abuelita convivió con el cadáver de su hijo por varios días, sin darse cuenta

Por varios días, una mujer de 85 años, diagnosticada con Alzheimer, “convivió” con el cadáver de su hijo de 60, quien se presume falleció de una enfermedad respiratoria. El caso se descubrió gracias a una llamada de vecinos, quienes tenían rato de no verlos salir de su casa en la colonia Mirador.

Este caso se registró esta tarde en una vivienda de la calle Venustiano Carranza, en la cuadra 5200, al poniente de Nuevo Laredo, informaron autoridades.

La víctima fue identificada como Rolando, de 60 años, cuyo cuerpo fue encontrado en su cama y se presume habría fallecido de alguna enfermedad respiratoria, según trascendió.

Su madre Herlina, de 85 años, fue rescatada por personal de Protección Civil y Bomberos en coordinación con el Sistema DIF Municipal para ser trasladada a una revisión, según se dijo.

Vecinos reportaron al 911 que tenían días de no ver salir a una mujer adulta y a su hijo de la tercera edad de la casa marcada con el número 5211 de dicha calle, y temían por su vida.

Además, señalaron que dos mascotas que tenían en la casa presentaban desnutrición, lo que hacía más seguras sus sospechas de que algo sucedía con la madre de familia y su hijo.

Personal de Protección Civil y Bomberos actuó de inmediato y acudió al lugar; al ingresar al domicilio encontraron a la mujer en su cama y al hombre fallecido, también tendido.

De inmediato, el personal de la corporación solicitó la intervención del DIF ya que se dijo que la mujer presentaba buen estado de salud, aparentemente.

También se pidió la intervención de las autoridades ministeriales para que se diera fe de la muerte del hombre.

Tal parece que la mujer adulta estuvo conviviendo con el cuerpo de su hijo sin darse cuenta que había muerto, pues ella padece de Alzheimer. Las mascotas fueron rescatadas por Protección Civil y fueron trasladados a la Asociación Protectora de Animales.

Trascendió que al parecer el hombre habría fallecido a causa de una enfermedad respiratoria, desconociéndose si se trató de Covid-19. El último día que sus vecinos los vieron fue el 31 de diciembre.