Policías acosan con multas y detenciones

Obligados por sus jefes a multar a por lo menos cuatro ciudadanos diariamente y meter un automóvil al corralón, elementos de Vialidad y de la Policía Estatal Preventiva (PEP) arreciaron la cacería contra automovilistas en esta capital, y montaron operativos en los alrededores de los colegios particulares para infraccionar a quienes se forman en doble fila para dejar o ir a recoger a sus hijos.

Padres de familia afectados por esta situación denunciaron que, de manera descarada, los gendarmes amenazan con llevarse el vehículo al corralón si el ciudadano exige que le fundamenten con base en el Reglamento la razón por la que son sancionados.

“Los vamos a llevar detenidos y aseguraremos su vehículo por faltas a la autoridad”, argumentan los llamados elementos del orden, como medida de presión. Sin embargo, la mayoría acepta “negociar” a cambio de un estímulo monetario.

Ante estos hechos, los agentes de la Policía Estatal Preventiva (PEP) se han olvidado de vigilar y ahora se concentran en infraccionar a los automovilistas que acuden a buscar a sus hijos a las escuelas particulares de la capital campechana, lo que comenzó a generar quejas ciudadanas.

De manera anónima, oficiales estatales indicaron que los altos mandos comenzaron a obligarlos a que cada uno aplique cuando menos cuatro infracciones diarias, mientras que los de Vialidad tradicionalmente aplican entre 10 y 16.

El acoso policiaco ahora se concentra en los colegios particulares, Luis Pasteur del cruce de las avenidas Gobernadores con Hidalgo, Guadalupe Victoria de la vialidad Fundadores, entre Gobernadores y Luis Donaldo Colosio, avenida Lázaro Cárdenas con Casa de Justicia en el fraccionamiento Las Flores y la escuela Miguel Hidalgo de la avenida López Mateos en la colonia Prado.

Mientras los agentes estatales ahora le dedican tiempo a levantar infracciones, la carencia de vigilancia se agudiza en colonias y barrios, mientras a través de las redes sociales ciudadanos reportan mayor número de robos a viviendas, la mayoría que no son denunciados ante la Fiscalía General del Estado (FGE), debido a que ciudadanos consideran pérdida de tiempo.

Es un acoso el de los policías estatales a los automovilistas y motociclistas. A mí me infraccionaron por no poder avanzar en doble fila por venir a buscar a mi hijo a la escuela acá en el cruce de las avenidas Gobernadores con Hidalgo. Los policías ahora nos hacen sentir como criminales a los ciudadanos, mientras a los verdaderos ladrones no los atrapan”, manifestó Alfredo Haas, ciudadano, entre otros múltiples afectados que prefirieron el anonimato.