Durante enero se dispararon las demandas laborales, sobre todo por despidos en micro y pequeñas empresas que quedaron en bancarrota por el pago de compromisos de principios de año, y la baja actividad económica ocasionada por la cuarta ola de contagios de Covid-19, consideró el abogado laboral Carlos Manuel Serrano Flores.
Y precisó que al no tener solvencia económica, los empresarios optaron por reducir su personal, por eso se fueron a la alza las demandas contra negocios de diversos giros, que respondieron a los derechos de los trabajadores que se quedaron sin ingresos en medio de la difícil situación económica.
Desde finales de diciembre fueron notorios los despidos, la mayoría fue de personas cuyos contratos concluyeron y tuvieron que ser removidos, con la esperanza de que puedan ser recontratados en los primeros meses del año, cuando incremente el movimiento económico.
Sin embargo, el abogado reconoció que hubo gran número de personas despedidas a pesar de tener años laborando en empresas locales, las cuales atraviesan una complicada situación económica, y al no tener ingreso suficiente para pagar sueldos, tuvieron que buscar otra salida que afectó a decenas de familias.
“Por fortuna, al llegar a los Centros de Conciliación Laboral (Cencolab), los patrones y sus exempleados lograron acuerdos que han beneficiado a ambas partes, y en el menor tiempo posible, lo cual ayuda a que las familias cuenten con recursos por un tiempo mientras encuentran nuevo empleo”.
Por último, Serrano Flores hizo un llamado a los empresarios que tengan que prescindir de los servicios de su personal, a cumplir con lo que establece la ley, o bien, llegar a un acuerdo conciliatorio antes de la demanda, para evitar multas más severas.
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