Ernesto Castillo Rosado
¡Larga vida Presidente!
Decía Porfirio Díaz en referencia a Benito Juárez, que a diferencia de él, la vida no le había dado la oportunidad de equivocarse porque murió relativamente a temprana edad.
De haber vivido más tiempo, el Benemérito hubiera cometido errores como cualquier ser humano pero un repentino infarto se lo impidió, relataba el Dictador en sus memorias.
Pues qué mejor día que hoy, para desearle larga vida a nuestro Presidente, y que la ciencia y la divina providencia le permitan vivir muchos años más.
Ojalá, y supere los 100 años de Luis Echeverría. Ojalá para que al igual que él, pueda darse cuenta en vida, lo que hizo en su Gobierno. Ojalá para que igual que él, pueda ver con sus propios ojos, el daño que le hizo a todo un país y a toda una generación de mexicanos.
El de hoy, será el último cumpleaños que pasará López Obrador dentro de Palacio Nacional, roguemos a Dios que no corra con la misma suerte del mejor Presidente de México. Que puede disfrutar 10 meses más de la vida palaciega, del buen beber y del buen comer, al igual que lo hacía Don Benito.
Le deseamos sinceramente que pueda ir a retirarse en paz a “La Chingada” terminando su sexenio. Que pueda escuchar tranquilamente el canto de los pájaros apenas se levante a las 4 de la mañana, sin la premura de tener esas desgastadoras pero productivas reuniones con su gabinete de seguridad.
Tal vez ahí, en medio de toda esa tranquilidad de su finca, en algún momento sumido en la profundidad de la nostalgia, lo invada la vergüenza y el arrepentimiento.
Tal vez ahí descansando, en algún momento dejará de estar en paz con el tribunal de su conciencia, y ojalá pudiera llegar a sentir algo, lo que sea, pero algo, por todo el mal que ha hecho.
Afortunadamente a diferencia de Díaz, López Obrador va a poder pasar el resto de su vida en México, en el olvido como si fuera una especie de exilio, pero dentro de nuestro país.
Va a poder ver pasar su trenecito desde Palenque, no como el General que solo veía pasar tranvías parisinos. Va a poder comunicarse en español con los demás, a diferencia de Díaz, que no sabía hablar inglés ni francés. Va a poder contemplar la belleza de los árboles de la selva maya, no como Porfirio que únicamente veía los diminutos árboles del parque de Bolonia, que le hacían recordar a los del Bosque de Chapultepec.
En fin, en este día de celebración nacional para todos los mexicanos, le deseamos que viva muchos años más, y que siga “macaneando” para que su promedio de bateo no baje de los .300.
Con mis mejores deseos, ¡muchas felicidades Andrés Manuel!
@ECR1978
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