“La solución no es el aborto, ni para la mujer ni para la sociedad, y su despenalización puede significar legalizarlo prácticamente. Ahora lo proponen a 12 semanas, pero después puede ser en cualquier etapa de la gestación”, advirtió el obispo de la Diócesis de Campeche, José Francisco González González.
La Iglesia siempre ha defendido, en los 20 siglos que lleva de existencia, la presencia del feto en el seno de la madre, un ser vivo que tiene vida independiente, por tanto tiene sus derechos connaturales que deben ser respetados.
Ciertamente, ahora se está promoviendo la despenalización del aborto, y puede ser un paso para que después sea legal y para el siguiente que se legalice también el infanticidio y después la eutanasia, y entonces la vida va a perder su aspecto sagrado, porque la persona no es medio para ningún fin, indicó.
El riesgo que estamos viviendo en la sociedad es de una violencia creciente y se ejerce desde los más débiles e inocentes, como son los niños por nacer. Además hemos visto en estos últimos días una violencia desmedida, incluso en jóvenes que aparentemente uno no pensaría que la ejerciera. Ya no estamos hablando de cárteles o grupos divididos, comentó.
Debemos buscar cómo solucionar esas causas, porque ahora la violación se resuelve aparentemente con un aborto, pero ¿por qué no buscar una solución para ordenar mejor la manera de tratarnos unos con otros? Aunque llegue más lejos, se tiene algo más humano y más pacífico, en lugar de causarle dolor a la madre de manera mental, espiritual o física, que no se va a solucionar, sostuvo.
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