Los obispos y padres de Guerrero han decidido intervenir, para intentar negociar con líderes de grupos delictivos, una tregua de paz, ante la crisis de violencia que atraviesa la entidad.
El más reciente es un posible acuerdo entre los grupos delictivos que se disputan Chilpancingo, la capital de Guerrero: Los Tlacos y Los Ardillos.
Esta tregua se alcanzó este 14 de febrero, tras un diálogo mediado por el sacerdote José Filiberto Velázquez, director del Centro de Derechos Humanos Minerva Bello.
En entrevista con Azucena Uresti, para Grupo Fórmula, Filiberto Velázquez sostuvo que líderes de Los Tlacos y Los Ardillos, entre ellos Celso Ortega dialogaron para acordar un pacto de no agresión y respeto de “sus negocios”.
De acuerdo con Velázquez, ambos grupos delictivos llegaron a un acuerdo de “no agresión y respetarse sus negocios” de carne, pollo, huevo, abarrotes y de transporte; “esto ya es una economía basada en cuestiones legales manejada por personas al margen de la ley”, explicó.
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