En unos párrafos | Un Centro en penumbras

Ernesto Castillo Rosado

El próximo 1ero. de diciembre se cumplirá un aniversario más de nuestra declaratoria como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Han pasado ya 24 años desde aquel lejano 1999 en Marruecos, cuando la Unesco inscribió dentro la lista de sitios Patrimonio Mundial a “Las Fortificaciones Históricas de la Ciudad de Campeche”.
Hoy, a diferencia de aquellos años, nuestro Centro Histórico luce completamente abandonado. Durante todo este tiempo, a la gradual desaparición del programa de rescate de fachadas se le sumó la puesta en marcha de la calle 59, con toda la problemática que ha implicado por su falta de regulación.
Pero por si esto no fuera poco, desde el 2018, nuestro Centro Histórico se ha convertido en rehén de los conflictos entre los partidos políticos en el poder. Conflictos que, a partir del 2021, han escalado a tal grado que el Centro se ha vuelto tierra de nadie.
La vergonzosa confrontación entre la gobernadora y la alcaldesa se está llevando entre las patas a un sitio que es patrimonio de toda la humanidad.
Hoy no resulta exagerado decir que están dadas todas las condiciones para que la Unesco nos coloque dentro de la deshonrosa Lista del Patrimonio Mundial en Peligro.
Pero, dentro de todo el cúmulo de problemas actuales, que son ya de sobra conocidos por todos, hay uno que ha pasado desapercibido por su aparente irrelevancia: la deficiente iluminación.
Tenemos un Centro Histórico en penumbras. Nos hemos acostumbrado a la oscuridad dentro del recinto amurallado. Una cosa es que el Centro nos haga evocar la época de los piratas, y otra es que hoy, en pleno 2023, tengamos una iluminación como la de aquella época.
Actualmente, en todo el Centro hay alrededor de 350 luminarias de pared que utilizan un foco de vapor de sodio de 150 watts. Este tipo de luminaria es meramente para uso decorativo, pero es del estilo colonial característico que es recomendable utilizar.
Para poder lograr una mejor iluminación, la solución más rápida y económica sería colocar focos de 250 watts, pero para eso es necesario cambiar también el balastro, lo que implicaría un costo total aproximado de $1,400 por cada luminaria (sin considerar la mano de obra). Si se cambiaran todas, estaríamos hablando de una inversión total estimada de $490,000.
Medio millón de pesos, que el Ayuntamiento va a decir que no cuenta con dicha cantidad para hacerlo. Entonces hay que voltear a ver al Gobierno del Estado, y hacerla pregunta obligada, ¿en qué se gastaron los 100 millones de pesos anunciados hace meses para la remodelación del Centro Histórico? ¿En qué se gastaron, o se van a gastar, los 150 millones adicionales prometidos por el Presidente?
Como ya sabemos la respuesta, y que lo más seguro es que gran parte de ese recurso se haya desviado para otros fines, resulta más que necesario contar ya con un Fideicomiso para el Centro Histórico, tal y como hay en otras ciudades de nuestro país y del mundo. Necesitamos contar con una bolsa garantizada de recursos para su conservación y mantenimiento, así como para su promoción, entre otras muchas actividades.
Los campechanos no podemos darnos el lujo de esperar a que Layda y Biby se dejen de pelear, ni a que la “acéfala” Secretaría de Turismo haga algo al respecto, ni tampoco a que nuestros diputados se decidan a legislar sobre la creación de dicho fideicomiso. Este año ya se acabó prácticamente, y el próximo es electoral, otro año perdido.
Tenemos que hacer algo nosotros como ciudadanos. Por eso proponemos hacer una campaña de donación para este propósito, en la que los recursos sean recolectados y administrados por alguna organización de la sociedad civil como “Un Centro Histórico para Todos”, por mencionar alguna de las más destacadas.
¡Vamos a hacerlo! Entre todos podemos darle un poco de vida por las noches a nuestro Centro Histórico. Yo dono los primeros $1,400. ¿Quién más se apunta?

@ECR1978