Clausura simbólica del Odisea Bar en calle 59

No es suficiente despedir a los trabajadores del Odisea Bar que golpearon y dejaron mal herido a Edgar Apolinar sólo por homofobia, sino cerrar el establecimiento. No hay que normalizar la violencia, destacó el activista Eduardo González Herrera.

Acompañado de seis personas de la comunidad LGBTQ+, como protesta clausuraron de manera simbólica el lugar; apenas un reducido grupo respondió al llamado a manifestarse de manera pacífica y en solidaridad con la víctima agredida con alevosía y ventaja por personal de seguridad del Odisea Bar, pese a que en las redes sociales fue mayor el apoyo de cibernautas de diferentes partes del Estado, e incluso del país.

Con pancartas en mano y vestidos de color negro, resaltaron los escritos con los hashtags “#FueraOdiseaBar”, “#NoEstásSoloEdgar” y “#AltoAlaFobiaContraLaComunidadLGBT+”, acción que llamó la atención de los turistas nacionales y extranjeros que paseaban por el Centro Histórico.

Uno de los presentes se armó de valor y colocó una enorme cartulina en la puerta de cristal del local, aparentando una traba para que nadie entrara ni saliera, y en la que simbólicamente se leía “clausurado”; los trabajadores del lugar permanecieron todo el tiempo dentro, algunos mirando atónitos la acción.

González Herrera consideró que el bar no ha dado pruebas efectivas del despido de los trabajadores que ejercieron abuso de la fuerza, y anunció que insistirán en el cierre del establecimiento, además de invitar a la población a no consumir sus servicios al ser un sitio inseguro y que ha sido acusado más de una vez de discriminación.

Apenas un reducido grupo respondió al llamado a manifestarse de manera pacífica y en solidaridad con la víctima agredida por personal del bar.