No es Pablito Gutiérrez, el candidato de la traidora Layda Sansores. Le abanica sus aspiraciones con propósitos distractores, mientras que por otro lado le suelta carretadas de dinero a Liza Hernández….
No tiene en si mismo mérito alguno para aspirar a la postulación de su actual partido, Morena, a la gubernatura del Estado, pero al edil carmelita Pablo Gutiérrez Lazarus le hicieron creer que tiene todas las posibilidades del mundo y se ha enfocado a ese objetivo con todos los recursos a su disposición, sean lícitos, ilícitos, públicos o extralegales.
De hecho es Gutiérrez Lazarus el primero de los adelantados que abiertamente ya se encuentra en precampaña. Hay varias bardas pintadas con su nombre en algunas cabeceras municipales del Camino Real, lo que nos confirma que también ha desplegado a sus activistas para que lo promuevan como el próximo gobernador de Campeche. Tarea harto difícil, por cierto, ya que al tipo se le conoce muy poco fuera de los linderos de la Isla que mal gobierna.
Aunque la farsante, cínica y represora gobernadora Layda Sansores lo ha apapachado y suele presentarlo como el “mejor alcalde”, ya no sólo de Campeche, sino de todo el país, la verdad es que nunca lo ha visto como la mejor opción para sucederla.
Le tiene aprecio porque es hijo de don Tomás Gutiérrez, un viejo luchador de la resistencia civil y ex diputado local en esa camada que surgió tras el movimiento de 1997, pero también sabe que es muy afecto a las traiciones, y que a su propio papá lo tiene desterrado de la Isla, con muy fuertes amenazas por si se atreve a regresar.
No es pues, Pablito Gutiérrez, el candidato de la traidora Layda Sansores. Le abanica sus aspiraciones con propósitos distractores, mientras que por otro lado le suelta carretadas de dinero a Liza Hernández, su secretaria del Bienestar, para que se posicione en el ánimo de los morenistas y del resto de los ciudadanos.
La anciana de Palacio sabe que Pablo está moviendo sus fichas aún sabiendo que no es la primera opción en Morena. Por eso es que la instrucción a sus brigadistas es muy clara: “Pablo va por el partido que sea”.
Siendo el carmelita un adversario débil por los gruesos expedientes que en su contra maneja la Auditoría Superior del Estado —desvíos que superan los 500 millones de pesos— el paso complementario para anularlo es presentarlo como una autoridad endeble, con el Municipio que presenta los índices más altos de inseguridad, y sin el control político de su territorio, como vimos el pasado domingo, con la explosión de la violencia en Isla Aguada y el cierre de varias carreteras el domingo antepasado, como medidas de protesta por el fraude en las elecciones de varias comisarías municipales. Fraude que le atribuyen a Pablito.
Es el “Seso Loco”, Gerardo Sánchez Sansores, el que opera en ese Municipio y el encargado de desbarrancar cualquier posibilidad de sublevación del alcalde carmelita. De ese tamaño el afecto que le tiene la hipócrita y mentirosa Layda Sansores.
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