FDA aprueba la primera píldora anticonceptiva sin receta médica

WASHINGTON (Reuter).— La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por su sigla en inglés) aprobó ayer la primera píldora anticonceptiva de venta libre, allanando el camino para que millones de mujeres del país adquieran anticonceptivos sin receta médica.
El anticonceptivo diario Opill, vendido por Perrigo PRGO.N, fue aprobado por primera vez para su uso con receta en 1973, y la aprobación de venta libre permite a las personas obtenerlo sin tener que acudir primero a un profesional sanitario.
Perrigo dará a conocer la próxima semana su plan de precios para la píldora. Estará disponible en las tiendas y en línea en el primer trimestre del próximo año.
“Hoy se da un paso importante en el camino hacia un acceso significativo a la atención sanitaria esencial para las estadunidenses”, declaró en un comunicado el Secretario de Salud y Servicios Humanos, Xavier Becerra.
Se espera que la aprobación reduzca las barreras de acceso a los anticonceptivos, como el costo y el tiempo necesario para acudir a un profesional sanitario, según han manifestado grupos de defensa de los derechos.
Opill, también conocida como “minipíldora”, no contiene la hormona estrógeno, a diferencia de otros anticonceptivos, y utiliza progestina, una forma de la hormona progesterona que interviene en el ciclo menstrual y el embarazo.
“Permitir a las mujeres acceder a esta marca de minipíldora es un pequeño paso en la dirección correcta. La FDA debería permitir que todas las mujeres tuvieran acceso a todas las formas de anticoncepción hormonal sin receta médica”, declaró el doctor Jeffrey Singer, investigador del Instituto Cato.
Los efectos secundarios más comunes de la píldora son hemorragias irregulares, dolores de cabeza y mareos, y la FDA aconseja que no la tomen quienes padezcan o hayan padecido cáncer de mama. Tampoco debe tomarse con otros anticonceptivos hormonales.
En mayo, un grupo de asesores de la FDA votó unánimemente a favor de la venta sin receta de Opill, alegando que era más probable que un embarazo no planificado o no deseado perjudicara a más mujeres que los efectos secundarios del fármaco.
Las acciones de la compañía Perrigo subían un 2% en las operaciones de la mañana de ayer.