METICHE, NO APRENDE. Con sobrada razón, decenas de yucatecos y campechanos avecindados en ese Estado reprobaron la injustificada intromisión de la “grotesca y mafiosa delincuente gobernadora” Layda Sansores en sus campañas electorales, luego de que arremetió contra el exalcalde de Mérida y precandidato panista a la gubernatura, Renán Barrera Concha.
“Es usted una vergüenza para Campeche… sumido en la violencia con la peor policía, el peor transporte y sin generar empleos… haciendo lo mismo que su padre, robar hasta morir, y hacerse de los negocios de los empresarios, de forma gangsteril… los campechanos, no merecen una gobernadora como usted… aprenda de Vila y de Yucatán…”.
Sansores recibió una avalancha de críticas, insultos y hasta mentadas de madre, las cuales fueron eliminados de sus redes sociales. Considerando los nulos logros y enorme desaprobación de la segunda mandataria más corrupta de México, ¿quién le aconsejó medirse con el gobernador de mayor aprobación del país?
¡CUIDADO YUCATÁN! La semana pasada advertimos a nuestros hermanos vecinos de Yucatán del riesgo que correrán si los gobiernan los morenacos. Por eso de nuevo les aconsejamos analizar lo que pasa en Campeche, que padece un gobierno servil, cínico, mentiroso, ladrón y opaco.
Prevalece el desabasto de medicamentos, los servicios de salud son deplorables, no hay asistencia social, tampoco hay obra pública, creció la inseguridad y la presencia del crimen organizado, han fracasado en atraer inversiones, aumenta el desempleo y decrece la economía. La polarización desde el Martes del Jaguar y sus enconos partidistas acabaron con la campechanidad.
Morena no acaba la corrupción, por el contrario, la multiplica. Layda Sansores encubre y protege a sus funcionarios denunciados por desviar recursos de sus dependencias. La inoperancia de su Gobierno nefasto se ha traducido en el peor retroceso histórico que ha tenido Campeche, en todos los rubros. Si les imponen al tal Huacho, pueden correr esa misma suerte. ¡Cuidado!
DE AMBULANCIA A UBER. Grave es el problema de salud que enfrentan los pobladores de la Junta Municipal de Alfredo V. Bonfil, que sólo cuentan con una ambulancia para traslados de emergencia, la cual les fue donada en 2015 por el entonces gobernador Alejandro Moreno Cárdenas, porque el presidente Francisco Cervantes Morales la utiliza como su vehículo particular.
Sin importarle las necesidades de sus representados, campante se traslada en ella a donde requiere ir, además de que la presta a sus amigos regidores. Por ejemplo, de les vio llegar juntos a la posada de la Junta en diciembre pasado. También la utiliza para llevar y traer a sus amigos, familiares y colegas al aeropuerto de Mérida, y para todo lo que le pueda servir, como si fuera su Uber particular.
Los platos rotos los tienen que pagar los ciudadanos, que cuando piden apoyo para trasladar a sus enfermos, tienen que cumplir toda suerte de condiciones para que se las presten. Tienen permitido sufrir complicaciones de salud sólo cuando Cervantes Morales no requiere trasladarse a ningún lado. Así las cosas, ni la ambulancia cumple la función para la cual fue donada, ni la gobernadora mete en cintura al arbitrario presidente de la Junta. ¿Con quién se quejan?
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