La gobernadora Layda Sansores nos regaló una despedida a AMLO que bien podría ser un capítulo de “La Rosa de Guadalupe”. Entre nostalgia y declaraciones épicas, Sansores aseguró que esta sería “la última vez que lo miramos aquí en nuestra tierra”. Pero no se preocupen, porque según ella, “todos tienen fotografías con él, así que van a poder deleitarse”. ¡Menos mal!
En un giro inesperado, Sansores confesó que no se dio cuenta de lo “guapo” que era Andrés Manuel hasta que lo vio en Campeche. El aire campechano debe tener algo especial, porque, según la gobernadora, el pueblo exclamaba “¡Andrés, Papucho, la gente te quiere mucho!”. Tal parece que AMLO es algo más que el “más mejor presidente” de México, como Layda tradujo en maya.
Pero la cereza del pastel fue su anécdota sobre las pirámides. Mientras AMLO subía como si estuviera en “campeonato olímpico veloz”, Sansores rezaba como nunca: “5 rosarios, 10 aves marías, 200 calculatorias… y luego doblé la oferta”, en un intento celestial por mantenerlo a salvo. No sabemos si fue la fe o el ánimo del presidente, pero AMLO llegó a la cima, sin descansar, “haciendo lo que se le daba la gana”.
Y claro, no podía faltar la mención a “La Chingada”. Sansores, fiel a su estilo, le preguntó en voz alta: “¿Hasta cuándo?”, refiriéndose a que ya no se pertenece tras inscribirse en las luchas sociales, y remató con su toque: “¿Hasta que me quiera ir a escribir libros a La Chingada?”.
Con frases como “te admiramos tanto” y comparaciones de AMLO con un héroe épico, Sansores dejó claro que, para ella, el presidente es “el predilecto de la milpa”. Y aunque dice sentir una “desgarradora ruptura”, ya avisó que AMLO “no se va a poder ir ni que quiera”. Porque claro, su corazón está “cosido a nuestra alma”.
Así que, entre pirámides, rosarios y promesas de eternidad, se despidió de su “Papucho” presidencial, quien se irá a La Chingada, a su retiro espiritual y literario.
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