Tribuna Campeche

Diario Independiente

Hegemonía, el objetivo: Confrontación de poderes

 Alberto Aziz Nassif

En estos días vemos la estriden­cia de una confrontación de poderes, de una embestida del Poder Ejecutivo en contra del Poder Ju­dicial y, de manera particular, con la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), el árbitro constitu­cional. Llama la atención la energía que pone AMLO en sus mañaneras para desplegar un ataque cotidiano y bien calculado. Hemos visto las reacciones del Presidente para pro­testar por las resoluciones en contra de sus iniciativas, porque si la Corte hubiera apoyado al Presidente se­guramente los y las ministras serían patriotas, pero hoy son unos conser­vadores y privilegiados que mere­cen el repudio popular.

De la separación de poderes que nos trajo la transición a la democracia, regresamos al régimen de par­tido dominante y con ellos el Poder Legislativo sumó mayoría calificada entre 2018 y 2021 y mayoría abso­luta desde 2021. De esta forma, al Gobierno actual ya no le alcanzan los votos para hacer reformas cons­titucionales.

¿Por qué no hizo AMLO todas sus reformas en los primeros tres años? ¿Por qué ahora que su coalición mantiene mayoría absoluta hace re­formas legales con graves violacio­nes a los procedimientos, sin tener necesidad? Ante el gobierno unifica­do que se estableció a partir de 2018, el único poder que tiene indepen­dencia del Ejecutivo es el Judicial.

La forma de procesar los cambios y las reformas sigue una ruta torcida que desemboca en el conflicto. No se niega que el sistema electoral nece­sita modificaciones y adecuaciones, al igual que el Poder Judicial u otras instituciones autónomas como el INAI. Sin embargo, la confrontación mañanera y la violación de procedimientos llevan a la sospecha: ¿se quieren reformar las instituciones o se pretende usar la confrontación como una estrategia de choque para afinar la ruta electoral de 2024? De otra forma sería complicado enten­der el modo de operar del Presiden­te en estos días.

Sin duda, la otra parte de la ecua­ción, el contrapeso opositor no ha logrado articular mejores respues­tas y ha quedado borrado del mapa. Hace algunos movimientos, pero le ganan sus pugnas internas, sus lide­razgos cuestionados, su incapacidad de generar alternativas viables.

El ejercicio del poder presiden­cial cubre la mayor parte del escenario y, a pesar de que todos los días se engrosan las filas del descontento en contra de la 4T, de sus modos y resultados, en la contraparte no se ven opciones. La bandera de hacer una alianza amplia y formar un go­bierno de coalición es una abstrac­ción, pero cuando se ven ejemplos concretos resulta lamentable el es­pectáculo.

Por ejemplo, el Gobierno que encabeza Maru Campos, en Chihuahua, está soportado en las partes más negativas del PAN, PRI y PRD. Se han dedicado a reproducir los viejos vicios del priísmo y a reaccio­nar en contra de la lucha que dio Ja­vier Corral para combatir la corrup­ción que dejó el duartismo, que hoy goza de cabal salud en ese Estado.

Ante este panorama ¿qué viene en el futuro inmediato? La confronta­ción de poderes se puede leer desde las claves de lo que Nadia Urbinati ha establecido para saber de qué forma el populismo afecta a la de­mocracia.

Hay una suerte de ABC de estos mecanismos: como el “dualismo básico”, la narrativa de que estamos ante dos proyectos antagónicos de país; el populismo es “impaciente con las reglas y procedimientos que usa la democracia representativa, porque es impaciente con el plu­ralismo (…) trata de constituciona­lizar su mayoría (…) devalúa a los intermediarios (…) dicho populismo consiste, en mayor o menor medida, en un permanente estado de mo­vilización y campaña electoral (…) reinterpreta la democracia como un mayoritarismo radical”, (Yo, el pue­blo. Cómo el populismo transforma la democracia, pág. 236-237).

Con estas claves se pueden enten­der varias decisiones y discursos que vemos en estos días, como la pro­puesta de elegir por voto popular a consejeros y ministros, que no tiene viabilidad jurídica de acuerdo con las reglas que existen; o la propuesta de ganar la mayoría calificada en el 2024 para hacer las reformas cons­titucionales de la 4T. La confronta­ción de poderes es el escenario, la lucha por el poder hegemónico es el objetivo…

Twitter: @AzizNassif

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