Tribuna Campeche

Diario Independiente

Dos años de atraso resiente Escárcega

Alcalde Lemus Orozco, títere de Rodolfo Martínez Cetina

ESCÁRCEGA.— Los dos primeros años de Gobierno de Silvestre Lemus Orozco han transcurrido con más pena que gloria. El Municipio va en retroceso, con más necesidades que antes, y uno de los mayores problemas es que el alcalde es títere de su asesor Rodolfo Martínez Cetina, y permite que sus hijos se apropien del erario público, mientras la ciudad y los ejidos padecen por carencia de obras y servicios de calidad.


Rehabilitación de calles, alumbrado público y servicio de recoja de basura son las principales demandas de los escarceguenses, que no ha podido resolver Lemus Orozco, pese a que en campaña presumió que por ser constructor manejar la Comuna le sería algo sencillo. En contrapartida, demuestra ineficiencia, ineptitud e incapacidad.


El Gobierno Municipal es un desastre. A dos años de la Administración sólo quedan la secretaria de la Comuna, Bélgica Fragoso Rodríguez, y el director de Protección Civil, Sergio Luna Gómez.
Uziel Eliud Farfán Pérez, dirigente de Redes Ciudadanas, afirmó que el Municipio vive la peor Administración de su historia, no sólo porque gobierna alguien que no fue electo en las urnas, como Rodolfo Martínez, sino porque la familia del alcalde, en especial sus hijos, toman las decisiones, sin importarles el daño a la comunidad.


Felipe Reyes Blanco, gestor de la colonia Fátima, afirmó que en Escárcega no hay autoridad. Lo que se tiene es una marioneta sin capacidad de decidir. El poder lo relega en otras personas, y él sólo posa para las fotos. Por eso la inconformidad ante el fracaso.


Rigoberto Cisneros Arredondo, dirigente municipal del Partido de la Revolución Democrática (PRD), sostuvo que la Administración sin rumbo frena el desarrollo y facilita el enriquecimiento de la familia Lemus Fernández. Con descaro se han apropiado de recursos públicos y obstaculizan la solución de necesidades, como reconstrucción de calles, principal demanda ciudadana.


Coinciden los liderazgos en que Lemus Orozco supera a su antecesor en incapacidad, deshonestidad, abusos y corrupción, el morenista Rodolfo Bautista Puc, recientemente cesado del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) por supuestos malos manejos. Cuando pensamos que nadie más sería tan malo, llegó Lemus Orozco a demostrar lo que no se debe hacer como presidente municipal.
Las colonias están prácticamente destrozadas, las calles deterioradas, las escasas obras son hechas al vapor y sólo duran unos meses, la exigencia del 15 por ciento en lugar del diezmo para las constructoras y empresas fantasmas que controlan sus hijos y el asesor del edil, son problemas que destacan en la Administración. Lo peor es que la gobernadora Layda Elena Sansores San Román lo protege y solapa, convirtiendo al Municipio en paraíso de la corrupción, afirmaron.


En dos años la ineficiencia marca el rumbo del Gobierno. Los innumerables cambios de funcionarios de primer nivel no han servido de nada, porque la Administración sigue sin dar resultados. Persiste la ineficiencia, el tráfico de influencias e irregularidades, tanto en la licitación de obras, como en su ejecución. La población está decepcionada, y con el paso de Lemus Orozco a Morena, partido en el poder, se trunca la aplicación de la ley ante el saqueo desmedido del edil y sus familiares. Lo peor es que está empecinado en reelegirse, cuando ni siquiera ha podido cumplir promesas de campaña.


Han sido dos años con más penas que glorias, acusan los dirigentes. Lemus no aprendió a gobernar, y no aprenderá. El cambio prometido se convirtió en fracaso. El único que no lo entiende es él. Por la corrupción prevalecen necesidades y deficiencias en el Municipio.
Nunca antes una Administración había tenido tanto rechazo, sostuvieron los dirigentes, que afirman que Lemus Orozco es ampliamente conocido como el más inepto, torpe y corrupto en la historia de Escárcega. Los escarceguenses reconocen y aceptan que cometieron grave error al darle el voto, pues quien gobierna es su asesor Rodolfo Martínez Cetina, enemigo público número uno del Municipio.

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