Tribuna Campeche

Diario Independiente

Rebelión de las mamás

Como las madres de la Plaza de Mayo en Argentina, como las madres de miles de personas desaparecidas por la delincuencia organizada en todo el territorio nacional, como la poesía define el amor inconmensurable e incondicional de las madres, cientos, miles de ellas salieron al malecón a defender a sus hijos, que están sufriendo la represión, la persecución y el hostigamiento de la Tirana del Palacio.

“Aquí estamos —gritaron—, danos la cara”. Mostraban muchas de ellas las fotos de sus hijos lesionados durante el fallido operativo en el reclusorio. Otras cargaban las ropas desgarradas de sus hijas que estuvieron a punto de ser violadas. Algunas más mostraban los frágiles escudos policiacos que se fragmentaron fácilmente, ante la primera pedrada que recibieron durante el amotinamiento.

Todas, con lágrimas en sus ojos. Todas, con la decepción en el rostro. Todas con el llanto que genera la impotencia de tener a una autoridad tan negligente y displicente que prefiere defender la ineptitud, que valorar la lealtad y el casi heroísmo de quienes fueron mandados a la guerra, literalmente, sin armas, municiones, ni equipos de defensa.

El oscuro pavimento del malecón recibió su caminar lento, su andar pausado, y la brisa vespertina condujo sus voces de protesta a cada uno de los rincones de este país, para evidenciar una vez más, la ineptitud de quien al estilo de su progenitor el Cacique Negro, prefiere la represión que el diálogo, y decide más por la mano dura como castigo, antes de reconocer que la culpa proviene del propio Gobierno.

Marcha histórica. Protesta sin precedentes de muchas mujeres que salieron a dar la cara por sus hijos. Que tomaron el reto de la Tirana de que sean las mamás de los policías las que retomen el diálogo, las que den la cara por ellos.

Y con ellas cientos, miles, muchísimos ciudadanos que escondieron la apatía, que sacaron de sus clósets el valor civil para respaldar las causas justas.

Sin temor gritaron a viva voz: “Fuera la Gobernanta”; “Fuera la Traidora”. Apostados frente a la sede del Gobierno, con miles de luces encendidas que alzaron en sus manos, los pobladores de esta capital expresaron su hartazgo por un Gobierno de mentiras, nepotismos, corrupciones, encubrimientos y traiciones a los principios de no mentir, no robar y no traicionar.

Miles se sumaron a la sublevación ciudadana contra el pésimo Gobierno  y que prometieron derrocarlo con el sufragio libre y valiente en las próximas elecciones. Así sea.

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